El magistrado del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Mario Flores Urrutia, denunció ser objeto de una persecución política presuntamente impulsada por el oficialismo, luego de que el Ministerio Público (MP) solicitara a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) un antejuicio en su contra y en la de su colega Miriam Barahona por el presunto delito de prevaricato judicial.
Flores relató que en los últimos días ha sido seguido por vehículos sospechosos, situación que, según dijo, forma parte de una campaña de intimidación.
“He puesto mi vida en manos de Dios. Lo que estamos viviendo es una persecución desmedida, similar a lo que ocurre en Venezuela”, expresó el magistrado.
Sostuvo que la solicitud de antejuicio carece de fundamento, ya que tanto él como la magistrada Barahona actuaron en estricto cumplimiento de la ley.
“No nos arrepentimos de aplicar la normativa. No vemos nombres ni colores políticos; actuamos conforme a lo que establecen las leyes electorales y constitucionales”, enfatizó.
Flores advirtió que la acción del Ministerio Público representa un intento de “golpear las instituciones electorales” y socavar la independencia del TJE.
Asimismo, aseguró que la persecución no se limita a su persona, sino que también alcanza a otros funcionarios, entre ellos la consejera del CNE, Cossette López, la magistrada Miriam Barahona y el diputado Zambrano, quienes —según dijo— también han sido objeto de presiones.
