En Honduras, la obesidad y la diabetes tipo 2 se han convertido en un serio desafío de salud pública. Ambas enfermedades, que muchas veces avanzan sin síntomas claros, suelen detectarse cuando ya han provocado daños severos en el corazón u otros órganos vitales.

Los especialistas advierten que las personas que viven con diabetes tipo 2 tienen el doble de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en comparación con quienes no la padecen. Esto ocurre porque el exceso de azúcar en la sangre debilita los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón, favoreciendo la obstrucción de las arterias y aumentando la posibilidad de infartos o insuficiencia cardiaca.

A su vez, la obesidad no solo incrementa la presión arterial y el colesterol, sino que también genera resistencia a la insulina y provoca inflamación crónica, un proceso que impacta directamente en la salud cardíaca.

En el país, más de 259,600 adultos han sido diagnosticados con diabetes, mientras que para 2022, el 63.8 % de los hondureños mayores de 15 años presentaba sobrepeso u obesidad, según estadísticas oficiales.

El doctor Roberto Herrera, gerente Médico Senior Cardiometabólico de Novo Nordisk CLAT, subrayó: “La diabetes tipo 2 y la obesidad no solo comparten muchas causas, también consecuencias. Ambas enfermedades pueden avanzar en silencio y manifestarse solo cuando ya hay daños graves en el corazón u otros órganos. Para proteger el corazón, necesitamos comprender el panorama completo: no podemos seguir tratando estas afecciones de forma aislada. Es clave detectar los riesgos a tiempo y ofrecer un tratamiento que controle la glucosa, el peso y, sobre todo, proteja el sistema cardiovascular.”

Brechas en los tratamientos

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que el 68 % de los adultos en América Latina vive con sobrepeso u obesidad. Sin embargo, un estudio internacional (CAPTURE) evidenció que apenas 2 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 reciben tratamientos con beneficios cardiovasculares comprobados.

Nuevos medicamentos, como los análogos GLP-1, han demostrado efectos positivos más allá del control de glucosa o peso: protegen al corazón, los riñones e incluso al cerebro, según investigaciones como SELECT, STEER y SUSTAIN6.

La doctora Ileana Chiari, directora de Asuntos Médicos y Regulatorios de Novo Nordisk CLAT, destacó: “Desde hace algunos años, contamos con tratamientos que no solo intervienen en el control de la azúcar en sangre, o el peso, sino que a su vez ayudan a proteger al corazón, los riñones y hasta el cerebro, como lo han demostrado algunos análogos de GLP-1. El desafío es lograr que esta información se traduzca en decisiones clínicas y en mayor acceso para los pacientes.”

Recursos para los pacientes

Quienes buscan orientación pueden acceder a plataformas digitales como tuexpertoenobesidad.com y dalelavueltaaladiabetes.com, que ofrecen información educativa, guías prácticas y un directorio de especialistas en la región.