Armed Conflict Location and Event Data (ACLED), una organización independiente de los Estados Unidos sacó un informe sobre la violencia en Honduras, estos dijeron que el índice ha disminuido en comparación con otros años, pero la inseguridad sigue imperando a nivel nacional, las quejas de la población en medio del Estado de Excepción hacen que esto no se regule del todo.

El 30 de noviembre, Honduras celebrará elecciones generales. Xiomara Castro, del partido gobernante de izquierda Libertad y Refundación (Libre), la primera mujer presidenta en la historia del país, no se presentará a la reelección, tras haber alcanzado el límite de su mandato. Mientras se prepara para dejar el cargo, Castro puede presumir de que, bajo su mandato, el nivel de violencia en el país ha disminuido significativamente.

Durante los primeros tres años y diez meses de su mandato, los datos de ACLED muestran que la violencia del crimen organizado fue un 27 por ciento menor que durante el mismo período de la administración anterior, el segundo mandato del líder del derechista Partido Nacional, Juan Orlando Hernández. En 2024, la policía registró una tasa de homicidios de 26 asesinatos por cada 100.000 habitantes, la más baja en 30 años.

Sin embargo, la candidata de Libre, la exministra de Defensa Rixi Moncada, no ha utilizado la reducción de la violencia como un sello distintivo de su campaña. Esto podría deberse a que la estrategia del gobierno (que gradualmente evolucionó de la desmilitarización y la policía comunitaria a estados de excepción permanentes, la creciente participación de las fuerzas militares y el encarcelamiento masivo), no explica plenamente la reducción de la violencia.

Los testimonios de personas que viven o trabajan en comunidades controladas por pandillas y de expertos en seguridad sugieren que la reducción de las tasas oficiales de violencia se debe más a un cambio en las tácticas de las pandillas que a la eficacia de las operaciones policiales. Esto también podría explicar por qué la reducción no ha ido acompañada de una mejora en la percepción pública: aproximadamente una cuarta parte de los entrevistados en una encuesta de opinión pública realizada a principios de 2025 identificaron la inseguridad y el crimen organizado como los principales problemas del país, y siete de cada diez personas creían que los homicidios habían aumentado durante el año anterior.