El embarazo adolescente y la maternidad temprana en Honduras, que lidera la tasa de fecundidad juvenil en América Latina con 97 nacimientos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años, le cuestan al país centroamericano el 1,18 % del producto interno bruto (PIB) cada año, según un informe presentado este jueves en Tegucigalpa.
El informe «Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo en la Adolescencia en Honduras», elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), enfatiza que el impacto económico del embarazo temprano sobre la actividad productiva se estima en «297,1 millones de dólares”, lo que constituye el 1,18 % del PIB.
El documento detalla que el costo total se distribuye en tres componentes principales: 73,3 millones de dólares por costo de oportunidad de la actividad laboral, 30,2 millones de dólares por costo de oportunidad del empleo y 193,5 millones de dólares por costo de oportunidad del ingreso laboral.
El Unfpa sostiene que estas cifras reflejan desigualdades persistentes: las mujeres que fueron madres en la adolescencia perciben ingresos más bajos, alcanzan niveles educativos menores y enfrentan mayores tasas de inactividad, desempleo e informalidad en comparación con quienes tuvieron su primer hijo en la edad adulta.
Según el estudio, el 58,8 % de las madres adolescentes tiene educación primaria, el 35 % secundaria, el 3,4 % nunca ingresó al sistema educativo y apenas el 2,8 % cuenta con estudios superiores.
“Ser madre antes de los 20 años afecta el desarrollo humano y las posibilidades de progreso social y económico”, subraya la investigación, que aborda también las dimensiones educativa y sanitaria, además, de la participación laboral.
Maternidad temprana frena el bono demográfico
El representante del Unfpa en Honduras, Iván Castellanos, advirtió a EFE que el embarazo adolescente es “un tema de derechos” que produce un impacto económico a nivel individual, familiar y estatal.