Los desastres naturales provocaron pérdidas agrícolas por un valor estimado de 3,26 billones de dólares entre 1991 y 2023, unos 99.000 millones de dólares anuales, según un informe publicado este viernes por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El estudio, titulado ‘Impacto de los desastres en la agricultura y la seguridad alimentaria 2025’, revela que en 33 años se perdieron 4.600 millones de toneladas de cereales, 2.800 millones de toneladas de frutas y verduras y 900 millones de toneladas de carne y lácteos.

Estas pérdidas equivalen a una reducción global de 320 kilocalorías por persona al día, es decir, entre el 13 y el 16 % de las necesidades energéticas diarias.

Asia es la región más afectada, con el 47 % de las pérdidas globales, lo que se traduce en 1,53 billones de dólares, debido especialmente a la alta exposición a inundaciones, tormentas y sequías.

Le sigue América, con el 22 % de las pérdidas totales, equivalentes a 713.000 millones de dólares, causadas por sequías recurrentes, huracanes y temperaturas extremas que afectan gravemente a los sistemas de cultivos de productos básicos.

Aunque las cifras absolutas son mayores en Asia, África es la región que más sufre en proporción: pierde el 7,4 % de su PIB agrícola, la mayor carga relativa del mundo.

«África, con menores pérdidas absolutas (611.000 millones de dólares), sufre los impactos proporcionales más altos, perdiendo el 7,4 % del PIB agrícola a causa de desastres, la carga relativa más grande de cualquier regióN», se detalla en el informe.

La FAO advierte de que en economías donde la agricultura representa una parte importante del empleo y los ingresos, estas pérdidas tienen graves implicaciones para la seguridad alimentaria y la estabilidad rural.