El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, no participó este año en la Asamblea General de Naciones Unidas, marcando la primera ausencia en seis años de gobierno. Mientras tanto, sus homólogos regionales, como Bernardo Arévalo (Guatemala) y José Raúl Mulino (Panamá), sí acudieron al encuentro.

Bukele inició el 1 de junio de 2024 un segundo mandato consecutivo, cuestionado por la oposición como inconstitucional y por supuestas irregularidades en los comicios. Aun así, en 2024 sí ofreció un discurso ante la ONU, en el que advirtió sobre lo que llamó “una nueva era oscura de la humanidad”.

SU PRIMERA PARTICIPACIÓN

En 2019, antes de iniciar su discurso se tomó un selfie. Luego, pronunció: «Estar aquí entre ustedes es un privilegio y un honor. Les aseguro que esta selfie que subiré a redes sociales será vista por más personas que las que están viendo este discurso. La población ya cambió y los políticos aún no lo han comprendido, dijo.

Un año después, en el año marcado por la pandemia del coronavirus, Bukele envió un saludo y se solidarizó con el mundo «por los momentos que todos estamos pasando. Momentos históricos, trascendentales, de los más difíciles que nos han tocado experimentar».

En su discurso de 2021, el presidente salvadoreño señaló que la Asamblea General de la ONU «se estaba acercando a la obsolescencia» y el mundo a «una crisis».

«Hace dos años estuve en la Asamblea General como Presidente recién electo de un pequeño país en Centroamérica, El Salvador. La misma Asamblea General que hace muchos años despertaba tanto optimismo se estaba acercando a la obsolescencia», manifestó.

«Lo probé con una selfie», dijo Bukele y continuó: «para demostrar que el mundo había cambiado, que sigue cambiando y que es nuestro deber entenderlo para luego usar nuestro potencial para cuidarlo y resolver los problemas que podemos resolver».

«Este año estoy de nuevo acá, viendo cómo no entendimos ese aviso y nos estamos dirigiendo hacia otra crisis, quizás incluso más grande, como lo fue la Segunda Guerra Mundial después de la Gran Depresión. Arriesgando mucho más de lo que creemos posible perder», sentenció.