PETOA, Santa Bárbara. El municipio de Petoa, Santa Bárbara, continúa sumido en la consternación tras la trágica muerte de Kimberly Sabillón Barahona, de seis años, quien fue reportada como desaparecida el lunes 24 de noviembre y horas más tarde encontradas sin vida en una cuneta de la comunidad de El Paraíso.
La niña había salido a comprar a una pulpería cercana y nunca regresó a su hogar. De inmediato, familiares y vecinos iniciaron una intensa búsqueda, que culminó con el hallazgo de su cuerpo con señales de violencia y heridas de arma blanca.
El crimen desató una ola de indignación y dolor en la población, que exige justicia y mayor protección para la niñez.
Durante el sepelio, familiares, vecinos y amigos le dieron el último adiós en un ambiente cargado de dolor.
“Era una niña alegre, llena de energía, todos la conocíamos”, expresó una vecina entre lágrimas.
La Policía Nacional confirmó la detención de un hombre como sospechoso del crimen, quien se encuentra bajo investigación. El portavoz policial, Gregorio Cornejo, indicó que se manejan varias hipótesis, entre ellas que la menor fue atacada con un objeto cortante.
El caso generó pronunciamientos de organizaciones defensoras de derechos humanos, que demandan acciones urgentes para frenar la violencia contra la niñez en Honduras.
Según el Observatorio de la Violencia de la UNAH, en 2024 se registraron más de 200 muertes violentas de menores de edad, reflejando la vulnerabilidad de este sector.
La tragedia de Kimberly se suma a una serie de hechos que han sacudido al país, recordando la necesidad de fortalecer la seguridad comunitaria y garantizar justicia pronta y efectiva. La comunidad de Petoa clama que su muerte no quede en la impunidad.
